Cuando era niño, mi prima mayor se dirigió a nuestra clase de escuela dominical. En un pequeño cuarto en la parte trasera de la iglesia, ella nos guiaba en el canto:
“¡Tengo gozo, gozo, gozo, gozo en mi corazón!
¿¡Dónde está!?
“En mi corazón.”
¿¡Dónde está!?
¡En mi corazón!1
A medida que creces, ¿no parece que el gozo se vuelve cada vez más difícil de encontrar? ¿Cómo puedes experimentar gozo en medio de los desafíos que la vida te presenta?
Cuando tu vida está centrada en Jesús, puedes experimentar gozo a pesar de las circunstancias de la vida.
Imagina experimentar ese gozo que supera los momentos más difíciles de tu vida. ¿Te gustaría vivir este tipo de gozo? Únete a nosotros en el estudio de Filipenses y descubre cómo el gozo del Señor puede transformar tu vida.
